Este barrio, ubicado entre la Reserva Ecológica y la ex Ciudad Deportiva de Boca, cuenta con una superficie de intervención de más de diez hectáreas en las cuales habitan 2.600 personas. En marzo de 2017, a través de la legislatura porteña y luego de un trabajo colaborativo entre el barrio y el Estado, se sancionó una ley que dio paso al proceso de integración social y urbana con el fin de igualar derechos, oportunidades y establecer responsabilidades. El proyecto de integración socioeconómica, urbana y habitacional que aún sigue en proceso, cuenta con un componente clave que es la construcción de seiscientas once viviendas nuevas en el terreno lindero. Estas viviendas permitieron la relocalización de hogares para la apertura de calles, pasajes y, a su vez, el surgimiento de patios que mejoraron las condiciones de habitabilidad e integración urbana.El proceso de escrituración y mudanzas comenzó en mayo del 2019. Hoy en día, este proceso está prácticamente finalizado. Los criterios de adjudicación priorizaron a aquellos ubicados en las aperturas de calles y pasajes y, en segundo lugar, a quienes habitaban sectores de baja cota o afectados por las instalaciones cloacales. La integración social y urbana implica, en simultáneo, la integración económica y productiva de sus habitantes. Sobre este eje, se adjudicaron cuarenta y cinco locales comerciales, se creó el patio gastronómico y La Vivera Orgánica que cuenta con una huerta comunitaria. Todo encabezado por vecinos y vecinas del barrio, con el objetivo de potenciar los emprendimientos y fortalecer el desarrollo económico a través de la integración con el sector privado, la formalización de comercios y la empleabilidad.