EL EDIFICIO
El edificio ubicado en una esquina de Villa Devoto, se anticipó a plantear los lineamientos generales que luego tomarían muchas de las edificaciones cercanas que se fueron construyendo con el tiempo. El barrio, que antiguamente tenía un carácter residencial casi exclusivo, pasó a tener una diversidad de usos varios, dando mayor presencia a la vida pública.
La planta baja, destinada al uso comercial, está integrada con la vereda y fusiona los límites entre lo público y lo privado. Pérgolas, canteros y parte del equipamiento forman ese umbral gradual que desdibuja la relación entre el interior del local y la calle. En las plantas superiores, el edificio mantiene también una relación blanda con la calle. Se plantea un frente discontinuo, con entrantes y salientes, cambios de materialidad y una propuesta formal que le da un carácter particular a la esquina.
Su planteo morfológico es disruptivo, pero al mismo tiempo honesto con lo que sucede en el interior. Cada unidad tipológica se expresa hacia exterior de manera diferente, pudiendo reconocer las particularidades de la multiplicidad de usos que plantea el edificio.
Desde la materialidad, el edificio también propone una respuesta acorde a su época. En él predomina el hormigón y el vidrio, en una propuesta de llenos y vacíos con volúmenes puros que intentan compensar la complejidad formal con la síntesis material.
Estas mismas ideas se ven reflejadas en el interior, en donde se respeta con coherencia la misma búsqueda formal y material que el edificio propone desde sus fachadas.