EL EDIFICIO
Se trata de un caso de casa colectiva de rentas, que nació como una oportunidad para construir edificios destinados al alquiler, por parte de grupos con capacidad de inversión. Este tipo de conjuntos tuvieron su auge hasta que la ley de Propiedad Horizontal de 1948 permitió la adquisición de los departamentos destinados a viviendas residenciales.
El edificio alberga depósitos en planta baja, ubicados a ambos lados del acceso principal, y viviendas en los demás niveles. Está compuesto por una construcción principal que da a la calle, con una fachada de estilo neoveneciano, del cual se desprenden dos cuerpos edilicios casi simétricos, recostados sobre las medianeras y separados entre sí por una circulación descubierta.
Destaca también por la secuencia espacial que se vivencia a medida que se la recorre. Luego de atravesar el zaguán se ingresa a un hall con un ascensor metálico rodeado por una escalera, que distribuye a los departamentos del bloque del frente y, a su vez, nos permite acceder al primer piso, debajo del cual se desarrollan los depósitos. A partir de ese nivel, se puede recorrer un patio de circulación que separa los dos bloques edilicios traseros y cuya perspectiva remata en una escalinata que da lugar al acceso a un nuevo núcleo de circulación vertical destinado a las unidades traseras.