La historia del barrio se remonta a 1930 y su nombre se corresponde con el Padre Mugica, asesinado en 1974 por la Triple A. Este barrio, también conocido como la ex Villa 31, inició en el 2016 un proceso de integración social, económica y urbana con el fin de igualar derechos, condiciones de posibilidad y responsabilidad. A pesar de su ubicación geográfica estratégica en pleno centro de la ciudad, el barrio y sus más de 45.000 habitantes distribuidos en setenta y dos hectáreas, se encuentran aislados de la misma. Integrar este barrio popular implica de un abordaje holístico e integral que permita afrontar, en forma paralela, los problemas de infraestructura, vivienda, conexión de servicios públicos, cuidado del ambiente, acceso a la educación, atención de salud cercana y de calidad, así como la generación de empleo y formalización de las actividades económicas. Desde el principio, fue instalado el Centro de Desarrollo Emprendedor y Laboral (CeDEL) comprendiendo que la integración urbana requiere de desarrollo humano así como de respeto cultural. Hoy en día, se finalizó la construcción de 17 km de nueva infraestructura, se terminaron 1.200 viviendas nuevas que implicaron la relocalización de la población habitante del bajo autopista, se mejoraron más de 2.600 viviendas y veintiséis espacios públicos. A su vez, se habilitó un centro de reciclaje así como tres polos educativos. Allí se instaló, a su vez, el Ministerio de Educación de la ciudad, entre otras obras de envergadura. Con el objetivo de que cada familia del barrio cuente con una dirección para su vivienda, se formalizaron sus calles y se inició la conexión formal de las mismas a los servicios públicos.