EL EDIFICIO
Al caminar hacia el norte por Reconquista desde la Plaza de Mayo, a la derecha, en la intersección con Bartolomé Mitre convergen tres edificios de diferentes estilos históricos, que configuran esta esquina de manera tal, que invita a contemplar su espacio urbano, a pesar del ritmo que lleva en días laborables por en una de las zonas más transitadas de Buenos Aires. Allí, se divisa el edificio del Ex Banco de Londres, actual Banco Hipotecario.
Su acceso principal en la esquina se diferencia de las ochavas históricas, menos permeables y cerradas, con un gran vacío que, además de resaltar el acceso, muestra la amplia cubierta del edificio que se extiende y crea una situación de semi cubierto. Sus fachadas laterales están conformadas por grandes piezas caladas de hormigón texturizado que funcionan como estructura y contribuyen a la imagen brutalista del edificio. Detrás, una piel de vidrio permite la entrada de luz y el cruce de vistas entre interior y exterior. Al ingresar, se obtiene una percepción completa del funcionamiento del edificio. Dos mundos coexisten en su interior: uno que alberga todo el uso semipúblico y otro que alberga los programas más privados de oficinas del banco. Se diferencian dos conceptos estructurales diferentes. Para el sector semipúblico, la estructura emerge desde el subsuelo y sostiene los pisos inferiores; mientras que, para el área privada, los pisos de oficinas cuelgan de la gran cubierta de hormigón, sostenida en parte por las piezas de la fachada. Dos grandes columnas que alojan escaleras y ascensores conectan estos dos "mundos", sirviendo funcionalmente tanto a los primeros pisos como de sostén a la gran cubierta. El resultado es un espacio de alta calidad espacial desde donde se puede percibir, no solo el interior y su riqueza, sino también el entorno que lo rodea. El banco destaca tanto por su resolución espacial y contextual, como por el ajuste técnico constructivo logrado.