ARRIVE NUÑEZ

EL EDIFICIO

Arrive Nuñez es un edificio diseñado desde la premisa de revalorizar la llegada a cada unidad, jerarquizando los espacios comunes de la mano del diseño de paisaje y haciendo que la llegada se vuelva un concepto en si mismo. Si bien el proyecto es previo a la pandemia, todas las unidades se diseñaron como si fueran casas dentro de un conjunto, donde las expansiones y relación con espacios abiertos sean protagonistas.

 Se optimizó la volumetría y la capacidad constructiva de la por entonces zonificación R2b1 para un lote típico de mitad de manzana, aprovechando la diferencia entre volumen y superficie construible que dejaba librada la posibilidad de trabajar con dobles alturas. El edificio se divide en dos volúmenes, ubicando las circulaciones entremedio dando como resultado puentes de acceso a cada lado que balconean sobre el paisaje interior.

Se accede al edificio por una gran planta baja semicubierta, donde las circulaciones están delimitadas por canteros que guían hasta la escalera y el ascensor. En el subsuelo se encuentran las cocheras y un espacio de usos múltiples en relación a dos patios ingleses que dan continuidad al paisaje y otorgan al SUM la sensación de estar en una planta baja.

Las viviendas del edificio se reparten en 4 tipologías distintas: Al frente hay cuatro unidades en dúplex, proyectadas como la reinterpretación de la típica casa chorizo porteña, donde todas las funciones programáticas se vuelcan sobre la expansión propia, en este caso la expansión hace las veces de hall de acceso y se integra por completo con el estar comedor, logrando una superficie continua y jerarquizada por la doble altura que se evidencia en la fachada.

En el volumen del contrafrente sobre la planta baja y primer piso hay unidades tipo dúplex, con jardín y pileta propia que aprovechan el fondo del lote, en el 2do piso hay unidades de cuatro ambientes con expansiones que cuentan con parrilla propia y en los pisos superiores del contrafrente hay unidades en tríplex con el programa invertido donde los espacios sociales y el ingreso se dan en el 4to piso desde el que se puede bajar a las habitaciones o subir a la expansión y pileta propia en la terraza.  

Como remate en la terraza al frente hay una pileta de uso común con un sector de césped y un solárium, ambos rodeados por canteros con vegetación. La estructura y las unidades, diseñadas desde los cortes, en muchos casos invierten losas y vigas para que se den situaciones de continuidad espacial en expansiones con cielorrasos planos sin vigas.  

El lenguaje del edificio se resuelve con una paleta acotada de materiales nobles:  El hormigón como protagonista que se combina con carpinterías de piso a techo y de grandes dimensiones para generar relaciones interiores-exteriores directas y otra vez lograr que los espacios públicos de cada unidad se vuelquen sobre los paisajes o expansiones propias. 

MEMORIA DE LOS AUTORES, EXTRAIDA DE ARCHDAILY.CL