MEMORIA
En Buenos Aires, en el barrio de Palermo, se implanta Zonderflag: una nueva propuesta cultural que conjuga creación artística y vinculación con el entorno urbano. Alojado en un edificio desarrollado en un lote doble, mantiene la fachada típica de casa chorizo de principios del siglo XX y genera un nuevo ingreso. Una fachada metálica unifica ambos lotes desde el primer piso, reconstruyendo la morfología de conjunto hacia la ciudad. Así se mantiene la impronta individual dentro del contexto urbano porteño. El programa cultural se relaciona horizontal y verticalmente en todo el recorrido edilicio. La planta baja funciona como gran Foyer, introduciendo el espacio público dentro del edificio y relacionando vereda con acceso, café y exposiciones en doble altura. Una escalera circular permite ascender al primer nivel con área de exposición menor, generando distintas visuales hacia planta baja. Ambos niveles incluyen residencias donde artistas conviven e interactúan en este contexto de cultura y arte.
Los niveles dos y tres son talleres flexibles con paneles móviles que se adaptan a necesidades de cada artista. En el segundo se vinculan talleres con atelier través de terraza y espacio común al aire libre. La última planta funciona como remate edilicio y programático: gran espacio destinado a eventos de mayor escala a cielo abierto, por encima del follaje porteño. La fachada funciona como un gran bastidor vivo, ventana a experimentaciones internas y conexión con la vida ciudadana. La fachada metálica genera un bastidor dinámico que funciona como lienzo expositivo, donde las obras dialogarán con la ciudad. Zonderflag no alberga arte: lo libera. Genera un circuito donde creadores se vinculan activamente con la ciudad, donde cada experimento encuentra su audiencia y el barrio se convierte en galería. No es solo un lugar: es diálogo abierto entre quienes crean y habitan la ciudad, generando ARTE en comunidad.