MEMORIA
Memoria:
“La ciudad misma es la memoria colectiva de los pueblos…” (Arquitectura de la ciudad, Aldo Rossi)
Giovanni Batista Piranesi fue un grabador italiano durante el S. XVIII. Su interés por las ruinas del Imperio Romano lo llevó a realizar un extenso catálogo de reproducciones. Su fascinación en muchos casos lo llevó a inventarlas, creando un mundo nuevo de edificios destruidos.
Las ruinas no son solo vestigios, sino que también pueden ser invención, un puente que enlaza a la sociedad con su propia historia. Por qué no entonces imaginar y construir nuevas ruinas, como modo de conectar con las preexistencias a través de la memoria colectiva
En Cabrera, las ruinas que levantamos son ruinas ordenadas. El orden lo dicta el ladrillo: una pieza que se repite, se modula, y establece medida. La fachada se organiza a partir de 71 ladrillos partidos a la mitad, expuestos desde su cara rota. Esos fragmentos regulan la composición del frente, el contrafrente y el patio. Esa modulación a través del ladrillo que ordena los alzados, también se traslada a las plantas para configurar los solados, ingresa a las unidades y disuelve los límites entre exterior e interior.
Así, la memoria material del ladrillo sostiene el proyecto y lo ancla en esa idea de ruina inventada, capaz de proyectar un nuevo recuerdo en la ciudad.